INTRODUCCIÓN
La Psicología como ciencia aporta conocimientos al Licenciado en Enfermería a partir de diversas ramas de aplicación: Psicología General, Psicología Social, Psicología Evolutiva y Psicología de la Salud. Estos deben ser adecuadamente estructurados en la disciplina para que este sistema de conocimientos sea una "herramienta que en manos" de estos profesionales les permita realizar una adecuada interacción con los individuos y los grupos humanos en relación con el proceso salud-enfermedad y lograr ejecutar acciones de salud eficaces, no iatrogenizantes y con profesionalismo, en todos los niveles del sistema nervioso central y en cada una de las áreas de la práctica profesional: prevención, promoción, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación.En última instancia, la enfermera desarrolla una estrecha relación personal con los pacientes. Con el fin de desarrollar una relación sana, es vital entender que una enfermera tenga y acepte reacciones humanas y emocionales, que la psicología ayuda a entender por completo. Una enfermera debe reconocer cuando un paciente está enojado, deprimido, confundido o asustado, para tomar las medidas necesarias y hacer frente a estas emociones, con el propósito de no agravar el estado de salud del mismo.
INFLUENCIA DE LA PSICOLOGÍA EVOLUTIVA Y LA PSICOLOGÍA SOCIAL EN EL EJERCICIO DE AL ENFERMERÍA
El proceso salud-enfermedad está determinado de manera multicausal por la complejísima interacción de los niveles de funcionamiento biológico, psicológico y social. El psiquismo humano, la conciencia, tiene un papel en este proceso a través de diferentes vías. Para comprender la conducta que asumen los seres humanos ante su salud es necesario tener un conocimiento de los diferentes procesos y propiedades psíquicas, del papel orientador y regulador que tiene la conciencia y que se concreta a nivel individual de una manera integrada a través de la personalidad, en las diferentes etapas de su desarrollo. Es imprescindible conocer e identificar estos aspectos en las personas con las cuales el enfermero debe interactuar, para lograr que las acciones de salud que realice con éstos sean verdaderamente eficaces.En los que respecta a la piscología evolutiva, hasta no hace mucho el personal de enfermería se ocupaba principalmente del padecimiento físico de los pacientes. Hoy no se admite que sólo atiendan este aspecto pues ha quedado muy claro que condujo a una absoluta deshumanización de la atención sanitaria. La tecnificación permitió el diagnóstico precoz de muchas enfermedades, la mejora en los tratamientos, etc., pero también llevó a un abandono de aspectos importantes en la vida del individuo. El individuo (paciente) fue en muchas ocasiones atendido como una máquina que requería una puesta a punto.
Al igual que sucede en la mayoría de las ciencias, la psicología también tiene sus ramas o especialidades: psicología del aprendizaje, psicología social, psicología industrial, entre otros. Una de ellas es la Psicología Evolutiva. La misma estudia los cambios y la evolución del comportamiento y del pensamiento a lo largo de nuestra vida. Es de todos sabido que no nos comportamos, ni pensamos, ni sentimos del mismo modo con quince años que con cincuenta y cuatro.
Como profesionales de enfermería saber determinados aspectos de esta rama permitirá realizar una mejor atención y comprensión de los pacientes. ¿Se comunicarán de la misma forma con un niño que con un anciano? ¿Se tratará a un adolescente como si fuera adulto? Intuitivamente y sin necesidad de estudiar psicología, se sabe que no. Pero no basta con la intuición. Se deben conocer las líneas generales del comportamiento y del pensamiento a lo largo de la vida para poder comprender la situación en la que se encuentran y poder atender mejor a los pacientes. Es de allí que, para poder estudiar la evolución del individuo se consideran cuatro etapas principales en el ciclo vital.
Infancia: es muy importante para el desarrollo posterior pero no tiene por qué ser determinante. Una persona con una infancia infeliz, si las condiciones cambian, puede convertirse en un adolescente pleno y realizado. Además, una infancia feliz no garantiza una buena adolescencia, adultez ni vejez.
Adolescencia: supone cambios importantes y alteraciones psicológicas.
Adultez: estabilidad emocional y ausencia de cambios.
Vejez: algunas destrezas empeoran; deterioro mental y físico.
Todo ser humano debe pasar, si su proceso no lo impide, por estas etapas que determinarán su desarrollo. El desarrollo abarca aspectos fisiológicos, intelectuales, afectivos y sociales. Para estudiar cada etapa se distinguen cuatro aspectos en cada una de ellas. Estos aspectos están íntimamente relacionados, de modo que unos influyen en los otros. Al igual que las etapas del ciclo vital son un continuo, tampoco podemos separar drásticamente los aspectos fisiológicos de los intelectuales, afectivos o sociales. Estas divisiones son útiles para poder estudiar a las personas pero no debemos perder de vista que la realidad es que el ciclo vital es continuo y la persona es “un todo”, es decir, no se puede separa en cuatro compartimentos independientes (físico, intelectual, afectivo y social).
Es muy importante que en el desarrollo el individuo pase ordenadamente por las distintas etapas. A medida que se va madurando en una se irá entrando en la siguiente. El ciclo vital no es rígido sino flexible. Cada individuo requiere su tiempo para madurar y desarrollarse. Este tiempo podrá ser mayor o menor pero lo importante es no saltarse las vivencias de cada etapa. Es decir, no es nada aconsejable que por ejemplo, un niño pase a asumir responsabilidades de un adulto sin haber experimentado las propias de la adolescencia.
El desarrollo de un individuo se verá influenciado por múltiples factores (biológicos, familiares, sociales, ambientales...). Los ejemplos están a la orden del día: es muy distinta la infancia de un niño en Sudán que en Suecia, el apoyo de la familia condiciona mucho las vivencias en la vejez, etc. El desarrollo se sucede por etapas que todos los individuos deben pasar en el mismo orden pero no necesariamente en el mismo momento.
En lo que respecta a la psicología social, consiste en el estudio es el estudio científico de cómo los pensamientos, sentimientos y comportamientos de las personas son influidos por la presencia real, imaginada o implícita de otras personas.1 Junto con la psicología clínica, la educativa y la organizacional, la psicología social es una de las cuatro grandes ramas de la psicología, así como una de las ramas clásicas de la sociología.
Según la definición anterior, se refiere al método empírico de investigación. Los términos pensamientos, sentimientos y comportamientos incluyen todas las variables psicológicas que se pueden medir en un ser humano. La afirmación de que otras personas pueden ser imaginadas o implícitas sugiere que, de manera indefectible, estamos influenciados socialmente, incluso cuando:
a) No hay otros individuos presentes -como cuando vemos la televisión
b) Seguimos normas culturales internalizadas.
La Psicología Social es definida también como la ciencia que estudia los fenómenos sociales e intenta descubrir las leyes por las que se rige la convivencia. Investiga las organizaciones sociales y trata de establecer los patrones de comportamientos de los individuos en los grupos, los roles que desempeñan y todas las situaciones que influyen en su conducta. Todo grupo social adopta una forma de organización dictaminada por la misma sociedad con el fin de resolver más eficazmente los problemas de la subsistencia.
La psicología social es un dominio interdisciplinario que salva el espacio entre la psicología y la sociología. Durante los años inmediatamente posteriores a la Segunda Guerra Mundial, había una colaboración frecuente entre psicólogos y sociólogos. Sin embargo, las dos disciplinas han virado hacia una actitud cada vez más especializada, aislándose la una de la otra. En años recientes, los sociólogos se han centrado en macro variables (por ejemplo, la estructura social), yendo hacia una extensión mucho más grande. No obstante, los enfoques sociológicos de la psicología social se convierten en una contraparte importante a la investigación psicológica en el área.
Además de la ruptura entre la psicología y la sociología, ha habido una diferencia bastante menos pronunciada en el énfasis, entre los psicólogos sociales estadounidenses y los psicólogos sociales europeos. Haciendo una amplia generalización, se puede decir que, tradicionalmente, los investigadores estadounidenses se han centrado más en el individuo, mientras que los europeos han prestado más atención a los fenómenos a nivel de grupo.
La psicología social mejora el desempeño de la profesión de enfermería cuando se aplica correctamente. Son muchas las teorías psicológicas y de investigación que son muy útiles en el ejercicio de la profesión de enfermería. Aunque ésta materia está basada principalmente en la biología, reconoce la importancia de los elementos psicológicos y sociales en los ancianos, por ejemplo. Así, cuando las enfermeras pueden entender y aceptar esta idea, se vuelven mejores en su profesión.
CONCLUSIONES
A pesar de que la enfermería y la psicología son dos campos separados, ambos están muy vinculados. En el campo de la enfermería, la atención se centra en ayudar a las personas a mejorar su salud y recuperación. La psicología por su parte se ocupa de los procesos mentales y el comportamiento. Estas dos materias están muy relacionadas, porque para ayudar a las personas a recuperarse de manera adecuada de sus problemas de salud, una enfermera debe entender el comportamiento y el estado emocional de un paciente. Esto es vital para una enfermera que desea ayudar a los pacientes a recuperarse rápidamente de enfermedades o discapacidades.Tanto los psicólogos como las enfermeras, tienen el objetivo común de entender las necesidades emocionales y biológicas de sus pacientes. Aunque las enfermeras a veces proporcionan atención muy básica, tienen la importante tarea de apoyar a los pacientes para que desarrollen su capacidad de ser independientes. Esto es especialmente cierto, cuando un paciente se está recuperando de algún tipo de accidente.
Una de las formas en que la psicología apoya a la enfermería, consiste en ayudar a las personas a cambiar sus comportamientos y patrones mentales de pensamiento. Una enfermera optimista brinda consuelo a los pacientes y tiene la capacidad de estimular el pensamiento positivo. Se ha probado científicamente la capacidad que tiene el cerebro para influir en el cuerpo. Una actitud positiva puede estimular el sistema inmunológico para contribuir a la salud física y recuperación.
BIBLIOGRAFÍA
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Tejera, J. (2011). Nuevo programa de psicología para licenciatura en enfermería. Disponible en: http://www.monografias.com/trabajos56/psicologia-en-enfermeria/psicologia-en-enfermeria2.shtml [Consulta: 07/04/2016]