lunes, 22 de agosto de 2016

Administración Financiera y Eficiencia Empresarial

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INTRODUCCIÓN 

La Administración Financiera es una de las áreas de la administración creada dentro de una organización para los gerentes operativos, donde se deben destacar medios y técnicas que ayudarán a obtener los objetivos de la empresa e informar de los resultados a los propietarios, con el fin de tomar decisiones financieras razonables y acertadas.

Los factores externos influyen cada día más en el administrador financiero desregulación de servicios financieros, competencia entre los proveedores de capital y los proveedores de servicios financieros, volatilidad de las tasas de interés y de inflación, variabilidad de los tipos de cambio de divisas, reformas impositivas, incertidumbre económica mundial, problemas de financiamiento externo, excesos especulativos y los problemas éticos de ciertos negocios financieros.

Es de allí que, la Administración Financiera resulta tan importante en el campo empresarial, dado que su función principal es la obtención de fondos, su inversión y la administración optima para obtener ganancias, dicho objetivo es sin duda lo que toda empresa persigue.  En este orden de ideas, la presente investigación tiene como finalidad analizar la administración financiera haciendo énfasis en su influencia con respecto a la eficiencia de las empresas.

Por tal motivo, se estructura se la siguiente manera: se conceptualiza la administración financiera, sus alcances, objetivos y funciones. Asimismo, contiene lo referente a la eficiencia financiera empresarial, la rentabilidad y la productividad. Por último, se unen ambos conceptos para un análisis conjunto. Por último, se presentan las conclusiones y referencias bibliográficas respectivas. 


ADMINISTRACIÓN FINANCIERA Y EFICIENCIA EMPRESARIAL

Administración Financiera

La Administración Financiera, es una rama de la administración general en el caso de los negocios o entes privados, e igualmente es una rama de la Administración Pública. Según Altuve, G. (2007), “consiste en una técnica que en el primero de los casos, se apoya en hechos históricos basados en la contabilidad, y posteriormente los usa para plantearse diversos escenarios en proyección, a través de simulación, estadística y sentido común”. (p. 51)

En el segundo caso, actúa en la expresión de planificación del estado, a través del presupuesto público, analiza, interpreta y orienta en sus diversas fases de: elaboración, discusión, ejecución, control, y evaluación. La Administración Financiera necesariamente debe actuar en forma mancomunada con las otras áreas de cualquier organización, y su injerencia cuando de dinero se trata, es de carácter obligatorio; en virtud de que se trata de planificar, versus controlar y evaluar su desenvolvimiento.

Figura Nº 1. Ciclo de la Administración Financiera

Fuente: Turmero, I. (2006)

Para Carmona, J. (2011), “la administración financiera se centra en dos aspectos importantes de los recursos financieros como lo son la rentabilidad y la liquidez” (p. 84). Esto significa que la administración financiera busca hacer que los recursos financieros sean lucrativos y líquidos al mismo tiempo, en maximizar el patrimonio de los accionistas de una empresa a través de la correcta consecución, manejo y aplicación de los fondos que requiere la misma. El objetivo de una buena administración financiera en el sector privado es proporcionar información con base en la cual quienes toman las decisiones sustenten juicios prudentes e inteligentes.

En el sector público, sin embargo, la administración financiera ha estado más relacionada con el cumplimiento de mandatos legales que con la generación de aportes para la toma de decisiones. Como consecuencia, muchas decisiones claves en la administración financiera dentro del sector público tienden a estar basadas más en la realidad política presente que en un análisis cuidadoso de los resultados futuros. Este trabajo va dirigido a la gente de intereses administrativos o empresariales. Se pretende utilizar un vocabulario coloquial para facilitar el entendimiento de este.

Alcance de la Administración Financiera 

La Administración Financiera debe ser ejercida en sus cargos claves, por personas cuya moral sea probada, dado que junto a otras áreas estratégicas de la organización debe: coadyuvar a la elección de productos, su manufactura, comercialización y venta. Asimismo, se deben crear los puntos en donde deben establecerse las estrategias de investigación, inversión, financiamiento, producción, incorporación y manejo de recursos estratégicos de personal, físicos y de hecho financieros.

Este tipo de administración, también procura la obtención de fondos a bajo costo y de manera eficiente, es decir, se requiere la optimización del dinero, como recurso o energía cuyo costo de oportunidad y de racionalidad, le convierte en una área de manejo estratégico. La Administración Financiera de manera directa y en forma detallada debe estar presente, según F. Fred Weston (1995), en lo siguiente:

Los administradores financieros se encuentran involucrados con estas decisiones y deben interactuar con ellas. En la empresa, las áreas consideradas como principales funciones financieras son las siguientes: 1. Análisis de los aspectos financieros de todas las decisiones. 2. La cantidad de inversión que se requerirá para generar las ventas que la empresa espera realizar. 3. La forma de obtener los fondos y de proporcionar el financiamiento de los activos que requiere la empresa para elaborar los productos y servicios cuyas ventas generarán ingresos. Esta área representa las decisiones de financiamiento, o las decisiones de estructura de capital de la empresa. 4. Análisis de las cuentas específicas e individuales del balance general. 5. Análisis de las cuentas individuales del estado de resultados: ingresos y costos. 6. Análisis de los flujos de efectivo en operación de todo tipo. Este aspecto ha recibido un impulso incremental en años recientes y ha dado lugar al surgimiento de un tercer estado financiero de naturaleza básica, el estado de flujos de efectivo, el cual puede deducirse a partir de los balances generales y de los estados de resultados. (p. 41)

La función financiera en general y como premisa tiene que ver con el valor de la empresa, tal como se referencia en la Introducción, estableciéndose además, la relación presentada con antelación, desde un punto de vista interno, y coadyuvando al aspecto social externo y la formación ética. Al respecto Cornell y Shapiro expresan:

Las empresas deben responder a las expectativas de los trabajadores, de los consumidores y de otros integrantes de la empresa y grupos de interés para lograr la maximización del patrimonio a largo plazo. En relación a la ética, se puede establecer sin lugar a dudas el argumento que los ejecutivos y la empresa deben basar su reputación en un comportamiento ético incuestionable. Así, mejora la salud psíquica de los individuos, la reputación de la empresa se convierte en un valioso activo y el medio social y económico facilita la realización de actividades económicas eficientes y equitativas. (p. 64)

Conceptualmente, las finanzas, ayudan a que las empresas se manejen con eficiencia y ética. Económicamente, contribuyen a las relaciones de orden externo, tanto sociales como políticas, enmarcando el ámbito nacional e internacional. Al conceptualizar de manera general la Administración Financiera, se diría que es aquella disciplina que de manera formal utiliza recursos financieros, los coloca y decide después de cierto período de tiempo, qué remanente real le ha permitido a la organización crecer y fortalecerse para sí y para el entorno en el cual se desenvuelve, gracias a la interacción y proactividad del hombre, como máximo exponente de actuación.

Objetivos y Funciones 

Según Van Horne, J. y Wachowicz, J. (2010), los objetivos de la Administración Financiera son los siguientes:

1. Planear el crecimiento de la empresa, tanto táctica como estratégica. 2. Captar los recursos necesarios para que la empresa opere en forma eficiente. Asignar recursos de acuerdo con los planes y necesidades de la empresa. 3. Optimizar los recursos financieros. 4. Minimizar la incertidumbre de la inversión. 5. Maximización de las utilidades. 6. Maximización del Patrimonio Neto. 7. Maximización del Valor Actual Neto de la Empresa Maximización de la Creación de Valor. (p. 141)

En este sentido, en las empresas con ánimo de lucro, la obtención de utilidades es uno de los objetivos principales. Las finanzas modernas consideran como el objetivo básico financiero la maximización del valor de la empresa. Este se expresa en términos de maximización de la riqueza de los propietarios, de maximización de la inversión en la institución.

Por otro lado, la importancia de la función administrativa financiera depende del tamaño de la empresa, en compañías pequeñas, la función financiera la desempeña el departamento de contabilidad. Al crecer una empresa es necesario un departamento separado ligado al presidente de la compañía (o director general) por medio de un vicepresidente de finanzas, conocido como gerente financiero.

El tesorero y el contralor se reportan al vicepresidente de finanzas. De acuerdo a los autores mencionados anteriormente “la función primordial de las finanzas es asignar recursos, lo que incluye adquirirlos, invertirlos y administrarlos: a) planeación financiera, b) administración de los activos, c) obtención de fondos y  d) solución de problemas especiales.” (p. 74)

Eficiencia Financiera en la Empresa

El Beneficio que presentan las cuentas de una empresa para un periodo determinado es, por una parte, una cifra o resumen que depende de los valores que hayan tomado durante ese periodo numerosas variables de gestión, y, al mismo tiempo, es una variable con significado propio y directo en sí. Incluso probablemente la variable con mayor entidad y relevancia práctica para evaluar sintéticamente el funcionamiento económico de una empresa.

Algo similar puede decirse del beneficio en sentido relativo o tasa de rentabilidad, con la simple diferencia de que son algunas más las variables elementales que entran en juego, y de que, como variable en sí, es directamente significativa tanto dentro de una empresa para comparar diferentes períodos, como para hacer comparaciones entre empresas. La comparación de Beneficios absolutos no permite lógicamente las conclusiones que ofrece la comparación de tasas de rentabilidad (Beneficios relativos, o en proporción a los recursos empleados).

Por otra parte, es importante tener en cuenta que desde el punto de vista de una eficiente asignación de los recursos, si se puede suponer que una economía -o, más fácilmente, un mercado o subsector de ésta- opera en condiciones aproximadamente competitivas, la variable tasa de rentabilidad de una empresa sería de hecho la variable indicativa más próxima a un indicador que mostrase el grado de eficiencia social en la utilización de los recursos por lo que respecta a esa empresa.

En esta línea debe entenderse el papel otorgado a la Rentabilidad de las empresas, como indicador principal de su gestión, en los programas de reforma económica que sucesivamente se fueron proponiendo en las denominadas economías del Este, en Europa. Propuestas que (como las enunciadas en las nuevas situaciones democráticas que se inauguraron a partir de 1990) se basaban fundamentalmente en el funcionamiento del mercado, y que habían surgido de hecho ya en los años sesenta en la URSS, Hungría, y luego en otros países de la Europa Oriental (aunque como es bien sabido tales reformas nunca llegaron realmente a aplicarse en ninguno de estos países).

 En líneas generales en este esquema la tasa de Rentabilidad de cada empresa pública señalaría a las autoridades económicas el tipo de actividades que deben expandirse (empresas con alta rentabilidad), las que deben reducirse (empresas con rentabilidad inferior a la media) y, en su caso, el de empresas a desaparecer (rentabilidad nula o negativa).

Rentabilidad 

El concepto más generalmente utilizado de tasa de rentabilidad se refiere a la relación entre los Resultados o Beneficios obtenidos en un periodo (usualmente un año), y los Capitales (o recursos) Propios de la empresa durante ese periodo.  Ratio al que, desde una cierta perspectiva, puede dársele el significado de productividad de la inversión efectuada por los propietarios, dado que el numerador puede interpretarse como el producto que obtiene la empresa a partir de los factores (la inversión) que representa el denominador (aunque no es esto, por supuesto, el concepto más normal de Productividad).

Figura Nº 2. Indicadores de Rentabilidad

Fuente: Rosillón, M. (2009)

Una segunda versión de la tasa de rentabilidad (que se expresa no en porcentaje sino en tanto por uno, para mayor comodidad) es la que, como beneficio toma el Beneficio bruto, en el sentido de aquella cifra que aparece antes de deducir los costes por Intereses (o gastos financieros) correspondientes a créditos bancarios y demás aportaciones financieras de terceros (conjunto que se suele denominar Exigible Financiero); y como capital invertido toma los recursos financieros totales de que ha dispuesto realmente la empresa; es decir, la suma de los Capitales (o Fondos, o Recursos) propios más el mencionado Exigible Financiero:

Y tanto esta tercera como la primera tienen las respectivas variantes de considerar en el numerador, en lugar del Beneficio propiamente dicho, el Beneficio después de impuestos.

Productividad 

La productividad se entiende como la relación entre la producción (output) y sus factores (inputs). El diccionario económico de Oxford (2015) explica que "la productividad en economía es la razón entre el producto y los factores para producirlo" (p. 451). Por su parte, Thiry y Tulkens (1998) la han definido como: "la capacidad desplegada por los factores de la producción para producir" (p. 45); y cuando se presentan variaciones en esta habilidad, se dice que se gana o pierde productividad.

En este sentido, se puede inferir que la productividad aspira a proporcionar más y más bienes y servicios (outputs), para un mayor número de personas, con cada vez menor número de recursos reales (inputs); y para ello considera que es necesaria la aplicación integrada de habilidades y esfuerzos humanos, capital, tecnología, etc., para conseguir aumentos sostenidos y un mejor nivel de vida para todos, y a esto se le denomina productividad total.

Por su parte Pastor y Pérez (2002) explican que “existen dos indicadores de productividad: los indicadores parciales (que únicamente consideran un input) y los indicadores globales (que utilizan todos los inputs para lo cual debe construirse un input agregado)” (p. 101). Siguiendo con esta idea, Vicent (1968) dice que “la productividad es la razón entre la producción y los factores con que se realiza ésta, o bien, entre la producción y algunos factores que la originaron” (p. 65). Por eso si sólo uno de los factores es considerado, por ejemplo: el trabajo, el capital o cualquier otro input, la medición de la productividad será parcial.

Con respecto a esto, Vergés (1997) opina que “el problema que existe con la productividad es que ésta es una magnitud que no puede compararse entre empresas, pues las unidades de medida de los outputs e inputs acostumbran a ser diferentes de una empresa a otra” (p. 31). En cambio, las tasas de variación sí son comparables. Por eso para él, la productividad expresada en índices normalmente sirve como una referencia sólo para la propia empresa. Volviendo con Thiry y Tulkens (1998), ambos consideran que “en el ámbito teórico la justificación para la medición del total de los factores de la producción es evidente” (p. 57); sin embargo una dificultad particular que se presenta es cuando el numerador o el denominador están compuestos por varios outputs y/o inputs respectivamente.

Incidencia  de  la  Administración  Financiera  en  la  Eficiencia Empresarial 

La administración financiera eficiente requiere una meta u objetivo para ser comparativamente apropiado, esta es en suposición la maximización de la riqueza de los accionistas, este objetivo está íntimamente ligado con el precio de las acciones, ya que son el reflejo de la inversión, financlamiento y administración de los activos, esto trae consigo las dificultades del entendimiento del término, ya que se tiene que ver cuál será el mejor proyecto de inversión que asegura un constante rendimiento en las acciones de los socios, y que reduce las especulaciones. De allí, Franco, L. (2011), establece que:

Se deben de tomar en cuenta que es lo que se requiere maximlzar, las utilidades que dejan las acciones, o el precio unitario de cada acción dependiendo de su demanda en el mercado accionarlo; por esto es Importante tomar como patrón de maximización el precio actual de cada acción, con lo cual vemos que tan bien se está desarrollando la empresa dentro de la administración financiera. (p. 02)

Otro punto importante a destacar es (como meta) maximizar la riqueza de los accionistas; pero siempre y cuando la manera con la que se conducen sea responsable y ética con el resto de la empresa; es decir con el objetivo de ésta hacia el consumidor, con sus empleados, con los salarios, los servicios prestados, entre otros.

Por otro lado, las decisiones financieras empresariales están orientadas a generar riqueza para el negocio, lo cual se consigue principalmente a través de las inversiones que se realizan en activos tangibles e intangibles. El sostenimiento de aquellas inversiones en activos depende en gran medida del financiamiento proporcionado por terceras personas. Los fondos obtenidos de ellas se convierten en el pasivo de la empresa, que es una obligación que ésta deberá honrar en un tiempo pactado. En este ámbito, Díaz, K. (2008) explica que:

El reto de un directivo financiero consiste, por un lado, en decidir en qué invertir y en qué proporción hacerlo para obtener el mayor retorno; y, por otro, en lograr que el costo de utilizar dinero de terceras personas sea el mínimo. Tal complejidad hace imprescindible la preparación de un presupuesto de capital que establezca la estructura de los activos disponibles y de las fuentes de financiamiento. (p. 07)

Entonces, la combinación de las mencionadas habilidades hace posible la obtención del máximo rendimiento de los activos, es decir, una conveniente retribución en operaciones, y la adecuada disminución de los costos de financiamiento. Todo ello, en definitiva, determina el aumento del valor de la empresa. El amplio campo de acción descrito plantea la necesidad de contar con un directivo financiero que ejerza la función de vincular las operaciones de la empresa con los mercados financieros. En las grandes compañías, las decisiones financieras están en manos de varias personas, correspondiendo a la alta dirección la jerarquización de las mismas.

Cabe señalar, que hay decisiones que le corresponden a los dueños, como la de invertir o no en la empresa, y hay otras de orden estratégico que deberán ser tomadas por una junta administrativa conformada por directivos de confianza de los dueños. En sus manos quedarán las políticas de crecimiento, de ampliación, la venta de activos importantes, la fusión con otra empresa, de estructura financiera y de activos, y de distribución o retención de utilidades. Esta autora también afirma que:

Una empresa que choca con la falta de efectivo para encarar sus obligaciones puede ver disminuida su eficiencia y generar una serie de efectos negativos que a la larga terminan deteriorando su rentabilidad. Incluso cuando todo indica que las operaciones marchan sobre rieles, la inadecuada administración del efectivo va socavando los cimientos de la empresa hasta dejarla en una situación debilitada. (p. 08)

La manera en que los inversionistas y acreedores consideran la posición financiera y los resultados de las operaciones de una entidad, tendrá un impacto en la reputación de la empresa, y revelará la proporción existente entre su rendimiento y la tasa de interés vigente. La función financiera en la empresa ha ido evolucionando a los largo del tiempo, a la par que se desarrollaba también y se configuraba como disciplina científica la propia economía de la empresa. El contenido de la administración financiera se ha ido ensanchando cada vez más y hoy se ha convertido en una de las partes fundamentales de la economía de la empresa.

En retrospectiva, a finales de los años cincuenta es realmente cuando comienza el estudio analítico de las finanzas. Con anterioridad, la función financiera de la firma tenía como principal responsabilidad la búsqueda de los recursos financieros. La moderna administración financiera debe proporcionar los instrumentos analíticos adecuados para dar respuestas a las tres siguientes cuestiones: ¿Cuáles son los activos específicos que debe adquirir una empresa? ¿Qué volumen total de activos debe tener una empresa? ¿Cómo financiar sus necesidades de capital?

Estas tres cuestiones están estrechamente ligadas, el volumen de activos dependerá de las posibilidades específicas de inversión, así como las posibilidades de financiación. Las facilidades para obtener recursos financieros dependerán a su vez de la cantidad y calidad de los proyectos de inversión en que van a ser utilizados. Estos tres aspectos constituyen un problema fundamental, los cuales deben resolverse en la práctica.

De acuerdo con Contreras, I. (2000): "Una de las causas fundamentales del fracaso de ciertas empresas es precisamente su inadecuada estructura financiera" (pl. 02). De allí, autores como Suárez, A. (1993) han observado que "la política de dividendos influye en alto grado sobre la liquidez, hasta tal punto que el reparto de unos dividendos excesivos puede poner en peligro la propia supervivencia de la sociedad, sobre todo si esta se haya ya muy endeudada" (p. 112). De ahí la preocupación por la búsqueda de una estructura financiera óptima y la práctica de una política de dividendos adecuada, temas centrales de la moderna administración financiera.

Otros autores como Weston, J. y Brigham, E. (1994) consideran que "el director financiero debe estar en condiciones de responder las siguientes preguntas: ¿Cómo deben ser usados los fondos? ¿Qué tipo de rendimiento producirán? ¿Qué tipo de riesgo lleva implícito el uso de los fondos?" (p. 54). Estas son cuestiones relativas al uso de los fondos, pero el uso de los recursos financieros lleva implícita simultáneamente la consideración de las fuentes; las decisiones sobre el aprovisionamiento de capital no pueden ser hechas con independencia de sus posibles utilizaciones; y ambos conjuntos de decisiones deben relacionarse con el objetivo de la empresa.

Por tanto, la información contable es un instrumento poderoso de la administración. El uso inteligente de esta información probablemente solo puede lograrse si los encargados de tomar decisiones en el negocio comprenden los aspectos esenciales del proceso contable, que termina con un producto final, los estados financieros y el análisis de dichos estados, que permite conocer la realidad que subyace en esa información.

La aplicación de las técnicas adecuadas para analizar los estados financieros debe conducir a un proceso inverso al de la construcción de la contabilidad, hasta los problemas que han generado los efectos que muestran estos estados, y de ahí, mediante un análisis causa-efecto, al origen de estos. Por ello, resulta importante conocer y aplicar un conjunto de técnicas para el análisis de los estados financieros. Estas técnicas deben ser dominadas no solo por contadores y financistas, sino también por los demás directivos, principalmente el gerente general. Un director general no tiene que saber construir la contabilidad si lo sabe, mejor; pero sí como analizarla.

El análisis de los estados financieros constituye una vía para alcanzar los objetivos, descartando el criterio de que el análisis de los mismos sea algo limitado al diagnóstico frío y solo reservado a especialistas contables y financieros. Para una organización empresarial es vital detectar los problemas, tanto externos como internos, de forma tal que se reconozcan tanto las amenazas y las oportunidades que vienen del exterior de la empresa, como sus debilidades y fortalezas, las que existen internamente. No se puede actuar contra un problema mientras no se identifiquen y se localicen sus causas.

Mediante el análisis de los estados financieros se puede elaborar un diagnóstico de la situación económico- financiero de la empresa. Para que el diagnóstico sea útil se debe utilizar la información que se considere relevante, aplicar técnicas de análisis y su correspondiente estudio, que sea oportuno y proponer medidas para solucionar los problemas.
El punto de partida para conocer ciertas políticas empresariales (o su ausencia de ellas) son los estados financieros de la compañía: En el balance general se presentan los datos resumidos de sus activos, pasivos y patrimonio, y en el estado de resultados aparecen sus ingresos y gastos. Sobre estos documentos se aplican diversos instrumentos para medir la capacidad financiera del negocio, incluyendo el análisis horizontal, el análisis vertical y las razones financieras, que se describen a continuación.

Análisis Financiero Horizontal

Díaz, K. (2008), dice que "el análisis horizontal se emplea para evaluar la tendencia en las cuentas de una compañía durante varios años" (p. 12). El comportamiento corporativo comienza a delinearse por medio de los estados financieros comparativos de entre tres a diez años, que van incluidos en sus informes anuales. Debido a que el análisis horizontal pone de relieve las tendencias de las diversas cuentas, es relativamente fácil identificar áreas de amplia divergencia que exigen mayor atención. Se podrían comparar estos resultados con los de la competencia para determinar si el problema concierne a toda la industria o solamente se presenta dentro de la empresa.

Análisis Financiero Vertical

Según Díaz, K. (2008), "en el análisis vertical se utiliza una partida importante en el estado financiero como cifra base, y todas las demás partidas en dicho estado se comparan con ella" (p. 15). Al ejecutar un análisis vertical del balance, se le asigna el 100% al total del activo. Cada cuenta del activo se expresa como un porcentaje del total del activo. Al total del pasivo y patrimonio también se le asigna el 100%. Cada cuenta del pasivo y patrimonio se expresa como un porcentaje del total pasivo y patrimonio de los dueños. En el estado de resultados se le da el valor del 100% a las ventas netas y todas las demás partidas se evalúan en comparación con ellas.

El Análisis mediante Razones Financieras

El análisis de las razones (ratios) es el más difundido, su utilización comenzó a desarrollar en la primera década del siglo XX, siendo uno de los instrumentos más usados para realizar análisis financiero de entidades, ya que estas pueden medir en un alto grado la eficacia y comportamiento de la empresa. Díaz, K. (2008), establece que "estas presentan una perspectiva amplia de la situación financiera, puede precisar el grado de liquidez, de rentabilidad, el apalancamiento financiero, la cobertura y todo lo que tenga que ver con su actividad" (p. 20). Las razones financieras son comparables con las de la competencia y llevan al análisis del funcionamiento de las empresas frente a sus rivales.

En este sentido, las principales razones financieras se clasifican en cuatro grupos: Razones de liquidez, Razones de actividad, Razones de endeudamiento y Razones de rentabilidad. Los primeros dos grupos de índices dependen en muy alto grado de los datos que se toman del balance general, en tanto los otros dos dependen en gran parte de los datos que aparecen en el estado de resultados. Las que son, capital de trabajo, según corresponda. Se debe tener en cuenta que el capital circulante se adelanta por el tiempo necesario para la compra de materias primas, la elaboración del producto y su venta, y al efectuarse el cobro, retorna en su totalidad.

Pero como usualmente las empresas no esperan a concluir un ciclo para comenzar uno nuevo, por lo que requieren de financiamiento para iniciar cada uno de estos ciclos. Para lograr esto deben valerse del financiamiento ajeno, sin olvidar que este incluye una devolución del mismo en el corto plazo. Si dependieran solamente de este tipo de financiamiento ocurrirían interrupciones en su operación, ya que dicho financiamiento tiene que irse devolviendo a sus propietarios también de forma continúa.

Por esto, las entidades necesitan y demandan recursos permanentes que pueden ser tanto propios como ajenos, para así garantizar el enfrentamiento a sus obligaciones de pago, mientras el período de maduración financiera no se haya cerrado. A estos recursos permanentes que las empresas utilizan para financiar inversiones en activos circulantes a fin de garantizar que el ciclo corto o ciclo capital dinero fluye sin interrupciones, se le denomina en la literatura especializada capital de trabajo, de ahí la importancia de su estudio. Se puede definir el capital de trabajo como la magnitud de recursos circulantes con que cuenta la empresa por encima de sus obligaciones a corto plazo.

Se trata de aquella parte de los activos circulantes de la empresa que no se encuentran financiados con fuentes circulantes, sino a través de pasivos a largo plazo y patrimonio (recursos financieros permanentes). La base teórica que sustenta la utilización del capital de trabajo para medir la liquidez de una empresa, es la creencia de que mientras más amplio sea el margen de activos circulantes con que ésta cuente para cubrir sus obligaciones a corto plazo (PC), en mejores condiciones estará para pagar sus cuentas a medida que venzan.

Sin embargo, se presenta un problema porque hay un grado diferente de liquidez relacionado con cada activo o pasivo circulante. Aunque los activos circulantes de la empresa no puedan convertirse en efectivo en el preciso momento en que se necesita, mientras más grande sea la cantidad de activos circulantes existentes, mayor es la probabilidad de que alguno de ellos pueda convertirse en efectivo para pagar una deuda vencida.

Lo que da origen a la necesidad de capital es la naturaleza no sincronizada de los flujos de caja de la empresa. Los flujos que resulten del pago de activos circulantes son relativamente predecibles, generalmente se sabe hasta la fecha en que vencen las facturas. Mientras más predecible sean estas entradas, menor será el capital de trabajo que necesitará la empresa. Si la empresa no puede mantener un nivel satisfactorio del capital de trabajo es probable que llegue a un estado de insolvencia, y más aún que se vea forzada a declararse en quiebra.

CONCLUSIONES

Las empresas para ser competitivas en el mundo de hoy, necesitan contar con una buena organización y administración de los recursos disponibles. La administración financiera es la encargada de hacer buen uso de tales recursos, tomar decisiones que afectan a la empresa positiva o negativamente. La importancia que tiene para las empresas actuales una eficiente administración financiera depende en gran parte de la planeación financiera que debe hacerse sobre bases de conocimiento financieros y de administración que permitan el logro de los objetivos y metas de las organizaciones o empresas.

Es de allí, que una eficiente administración financiera garantiza la solvencia de las empresas y la generación de beneficios, porque identifica y analiza aquellos factores determinantes de la insolvencia y del fracaso empresarial, mejorando y proponiendo nuevos sistemas de información que permitan detectar con suficiente antelación situaciones específicas de riesgo, deben ser objetivos básicos en la política estratégica de cualquier administrador financiero.

Para finalizar, cabe destacar que para que una empresa alcance el éxito a largo plazo, tiene que sobrevivir en el corto plazo. Por lo tanto, ya que las finanzas constituyen un área importante y dinámica la cual se relaciona con la correcta administración de los bienes y obligaciones de la entidad, se hace necesario señalar que en la medida que los administradores y el aparato económico de las organizaciones económicas conozcan más sobre la contabilidad y las finanzas, serán más capaces de controlar su organización y sus decisiones.  

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